Otra versión:
Aerolíneas: la gestión de La Cámpora usó dinero de los jubilados para esconder los verdaderos númerosEn una operación de apuro, que se terminó en octubre, la línea de bandera consiguió US$100 millones que deberá empezar a devolver en enero; la mitad la suscribió el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses
alt text
El ministro Wado de Pedro; la directora de Migraciones, Florencia Carignano; y Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas, miran bajar a la selección con la Copa del Mundo
La semana aerocomercial empezó con una batería de posteos del presidente de Aerolíneas Argentinas. “Por primera vez desde su reestatización, [la empresa] alcanza el equilibrio económico con un resultado positivo de US$32 millones para 2023, sin ejecutar además el presupuesto asignado”, escribió Luis Ceriani. Sin embargo, con solo escudriñar apenas aparecen los verdaderos números de la compañía: la línea aérea de bandera usó dinero de los jubilados para maquillar sus gastos.
Uno de los primeros datos que surgen tiene que ver con la deuda que tomó la empresa. El propio comunicado con el que la compañía irrumpió estos días destaca los US$100 millones que la empresa logró ingresar a través de un fideicomiso administrado por BICE Fideicomisos S.A. (Bifsa), una firma cuyo accionista es el Banco de Inversión y Comercio Exterior, pero que tiene una gestión independiente. Ese párrafo guarda uno de los secretos de la “ganancia” con la que ahora se barniza la gestión de La Cámpora.
La historia empezó después de la derrota oficialista en las PASO, allá por agosto. En ese tiempo, la gestión de Aerolíneas preparó el ahora famoso FF Global ARSA I, valor de deuda fiduciaria que se preparó en las oficinas de Bifisa, una entidad que si bien depende del BICE, tiene autonomía y está gestionada por Jorge Tanús, excandidato a vicegobernador de Mendoza en la fórmula que encabezó la hiperkirchnerista Anabel Fernández Sagasti en 2019.