Respuesta: Fuerza Aérea de Brasil
FX-2: Alto escalón de la Boeing en Brasilia
El inicio de febrero, el gobierno anunció los tres aviones finalistas en la competencia para renovar la flota de cazas de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB): el Rafale, de la francesa Dassault, el Gripen NG, de la sueca SAAB, y la F-18 de la americana Boeing. En la práctica actual, oficiales de la Aeronáutica estudian detidamente las características de las aeronaves y analizan propuestas de las empresas de traspaso de tecnología y compensaciones comerciales para Brasil. El programa de la Aeronáutica, denominado F-X2, cuenta con cerca de US$ 2 mil millones (R$ 5,2 mil millones) para la adquisición de 36 aeronaves. Según el cronograma de la FAB, los aviones empezarían a ser entregados en 2014. Con la aproximación de la decisión, crece el va-y-viene de representantes de las empresas candidatas Brasilia en el intento de alardear las cualidades de las aeronaves y de las propuestas al gobierno brasileño.
En diciembre, el presidente Nicolas Sarkozy estuvo con el presidente Lula en Rio de Janeiro y trató del asunto. En el comienzo del pasado mes, el presidente de la SAAB, Ake Svensson, aterrizó en Brasil para conversar con autoridades. En la pasada semana, fue la vez del presidente mundial de la división de defensa de la Boeing, Jim Albaugh, desembarcar en Brasilia. Antes de un encuentro con el ministro de la Defensa, Nelson Jobim, él concedió una entrevista a ÉPOCA el miércoles (4). Afirmó que el F-18 atiende a las exigencias del gobierno brasileño, que a Boeing está lista para entregar los aviones dentro del plazo y que Brasil puede sacar partido del traspaso de tecnología. Dijo todavía estar entusiasmado con el encuentro que el presidente Lula tendrá con el presidente Obama, en la segunda quincena de marzo. Albaugh, sin embargo, no da garantías de que las armas serán suministradas – el gobierno americano acostumbra vetar la venta de algunos equipamientos – ni que el software gestor de la aeronave será abierto a Brasil. Abajo los principales trechos de la entrevista:
ÉPOCA – Cuál el objetivo de su visita a Brasilia?
Jim Albaugh – La razón de yo tener viniendo a Brasil es acompañar más de cerca la competencia, ayudar las personas a entender la importancia de nuestra participación y, obvio, conversar con nuestro cliente potencial [el gobierno brasileño]. La gente aprovecha para hablar con autoridades y también con posibles compañeros de nuestra empresa.
ÉPOCA – Entonces el señor vino conversar con el ministro de la Defensa Nelson Jobim y con el comandante de la Aeronáutica Juniti Saito?
Albaugh – Nosotros generalmente no hablamos con quien específicamente vinimos conversar, pero es con autoridades y oficiales del gobierno que trabajan en la competencia [ÉPOCA confirmó que había en la agenda del ministro Nelson Jobim una audiencia con Jim Albaugh el miércoles].
ÉPOCA – EL señor cree que lo gobierno va a anunciar el vencedor hasta el final del año?
Albaugh – Por el lo que oímos hasta ahora la decisión del gobierno brasileño sobre el vencedor deberá salir allá por el mes de octubre. Creo que la competencia viene siendo conducida de forma mucho profesional y transparente. Imagino que no hay razones para creer que lo gobierno brasileño no cumplirá el cronograma. Pero eso está completamente fuera de nuestro control. Todo lo que podemos hacer es dejar claro nuestros objetivos e intentar planear una sociedad con las industrias locales.
ÉPOCA – En la última vez que lo gobierno brasileño lanzó un programa para renovar la flota (final del gobierno Fernando Henrique Cardoso) él no fue adelante.
Albaugh – Uno de las cosas que aprendí en ese negocio es ser extremadamente paciente. Esa es una decisión muy importante para Brasil. En Estados Unidos también ya tuvimos muchos programas que habían sido cancelados y otros que fueron ampliamente reestructurados. Esas compras necesitan ser conducidas con planificación y, claro, necesitan de financimientos. La crisis económica global es uno complicador en esa coyuntura.
ÉPOCA – En su evaluación, cuál es la importancia del programa F-X2 para Brasil?
Albaugh – Los aviones actualmente en uso tienen muchas horas de vuelo. Son antiguos. Las exigencias previstas en la competencia dejan claro que lo gobierno quiere revitalice su sistema de defensa. Y estoy cierto de que nosotros [Boeing] tenemos capacidad de atender los deseos del gobierno brasileño. Nuestro avión es mucho eficiente en ataques, apoyo aéreo y reconocimiento. Una prueba de su capacidad es que la marina americana está substituyendo aviones más antiguos por ese modelo. Además de eso podemos garantizar la entrega de esos aviones en el plazo estipulado. Nuestra línea de producción está a todo vapor. Estamos entregando entre cuatro y cinco aviones de ese modelo al mes. Hasta hoy nunca entregamos un avión fuera del plazo combinado. Además, es un avión de bajo coste, bien como su operación y manutención.
ÉPOCA – Hay espacio para empresas brasileñas en el proyecto de la Boeing para Brasil? Albaugh – Seguro. Podemos también ofrecer tecnología. Podemos crear empleos. Podemos reforzar los lazos con la industria brasileña y ayudar para que ella haga, todavía más, parte de la industria global de la aviación.
ÉPOCA – Cuántos F-18 vuelan alrededor del mundo actualmente?
Albaugh – Existen más de 300 entre los modelos existentes suministrados a marina americana. Pronto entregaremos el primero para Australia que cerró un contrato con la gente de 24 aeronaves. Estamos participando de competencias en varios países.
ÉPOCA – En Brasil existe la desconfianza de que se a Boeing vencer ella no podrá suministrar armas para los aviones en función de vetos del gobierno americano.
Albaugh – Nosotros suministramos los aviones y conversamos mucho con los organismos de gobierno americano – como Marina, el Pentágono y lo Departamento de Estado – para satisfacer las ganas de nuestros clientes. Creo que estamos teniendo éxito hasta ahora.
ÉPOCA – A Boeing va a abrir el código-fuente (programa utilizado para administrar la aeronave y sus funciones) para Brasil vencerse la disputa?
Albaugh – Ese es realmente un asunto de la responsabilidad del gobierno americano porque envuelve tecnología americana de más de 35 años. Estamos conversando en Washington y hablando sobre las necesidades de nuestros clientes. Creo que estamos avanzando.
ÉPOCA – A Boeing va a apoyar la Embraer en la producción de unidades de la F-18 en Brasil?
Albaugh – Bueno, todavía no decidimos exactamente como va a darse la participación de la industria brasileña. Y se hubiésemos decidido producir el avión en Brasil, no diría a usted porque esa es una industria mucho competitiva, obviamente. Es una información estratégica. Lo que puedo garantizar es que cumpliremos en 100% nuestras obligaciones de participación industrial, así como ya hicimos varias veces en otros países. Ya gastamos más de US$ 29 mil millones en la última década en 38 países en participación industrial. Empresas compañeras de la Boeing están hablando con 60 compañías brasileñas.
ÉPOCA – Además de Embraer, cuáles son las empresas que ustedes están buscando?
Albaugh – Desgraciadamente no puedo darle la respuesta, pues es estratégica en ese momento. Pero somos una industria aeroespecial. Necesitamos de softwares, hardwares, equipamientos de radio-comunicación, fuentes alternativas de energía entre otras necesidades. En Brasil, hay algunas empresas que pueden ayudarnos en esa tarea por tengan capacidad. Estamos hablando con ellas hace cerca de un año. Creemos que algunas ya están preparadas. Otras tendrían que trabajar con nosotros por más tiempo para estén aptas.
ÉPOCA – Podría dar un ejemplo de país que se favoreció por tener adquirido aeronaves de la Boeing?
Albaugh – Un ejemplo es arabia Saudita. Como compensación por la compra de aeronaves F-15, una empresa fue creada hace 20 años para hacer manutención y reparos en los aviones. Hoy factura cerca de US$ 300 millones y mantiene tres mil empleados. Y ellos no trabajan sólo para arabia Saudita. Pero también para países vecinos de Oriente Medio. Es eso lo que dejamos en otros paises; una empresa capacitada proveedora de servicios en el mundo. Es eso lo que me gustaría obtener en un programa de compensación comercial si yo fuese el gobierno brasileño.
ÉPOCA – EL presidente Lula conversación hace tiempos como el presidente francés Nicolas Sarkozy sobre la F-X2. Pero el presidente Barack Obama sólo llegó ahora. Francia, con el Rafale, está en el frente?
Albaugh – Ahahaha. Bien. Obviamente cuando usted tiene líderes de los países conversando sobre el asunto y poniendo los detalles arriba de la mesa es una situación interesante para los países. Los contactos que usted tienen son realmente importantes. Estoy mucho entusiasta con la noticia de que el presidente Barack Obama y el presidente Lula se encontrarán pronto (el encuentro se prevé para lo el día 14 de marzo). Si la renovación de la flota brasileña va a ser objeto de la conversación de ellos yo no tengo idea.
ÉPOCA – Como describiría el momento de la aviación militar?
Albaugh – Atravesamos un periodo de incertidumbres. No sabemos por ejemplo los rumbos del presupuesto del departamento de defensa de Estados Unidos. Tiene mucha gente esperando los detalles del presupuesto para poder programarse. Hay que saber que programas serán apoyados y cuáles no serán.
ÉPOCA – Pero la expectativa es que lo gobierno Obama reduzca los gastos militares.
Albaugh – Entendemos que la percepción de las amenazas globales no cambió entre lo el día 19 (último día de George W. Bush en la Casa Blanca) y 20 de enero (primer día de Barack Obama). Además, el presidente Obama ya dejó claro que las cuestiones de la seguridad y de la defensa nacional son prioridades de su gobierno.
FUENTE: Época
FX-2: Alto escalón de la Boeing en Brasilia
El inicio de febrero, el gobierno anunció los tres aviones finalistas en la competencia para renovar la flota de cazas de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB): el Rafale, de la francesa Dassault, el Gripen NG, de la sueca SAAB, y la F-18 de la americana Boeing. En la práctica actual, oficiales de la Aeronáutica estudian detidamente las características de las aeronaves y analizan propuestas de las empresas de traspaso de tecnología y compensaciones comerciales para Brasil. El programa de la Aeronáutica, denominado F-X2, cuenta con cerca de US$ 2 mil millones (R$ 5,2 mil millones) para la adquisición de 36 aeronaves. Según el cronograma de la FAB, los aviones empezarían a ser entregados en 2014. Con la aproximación de la decisión, crece el va-y-viene de representantes de las empresas candidatas Brasilia en el intento de alardear las cualidades de las aeronaves y de las propuestas al gobierno brasileño.
En diciembre, el presidente Nicolas Sarkozy estuvo con el presidente Lula en Rio de Janeiro y trató del asunto. En el comienzo del pasado mes, el presidente de la SAAB, Ake Svensson, aterrizó en Brasil para conversar con autoridades. En la pasada semana, fue la vez del presidente mundial de la división de defensa de la Boeing, Jim Albaugh, desembarcar en Brasilia. Antes de un encuentro con el ministro de la Defensa, Nelson Jobim, él concedió una entrevista a ÉPOCA el miércoles (4). Afirmó que el F-18 atiende a las exigencias del gobierno brasileño, que a Boeing está lista para entregar los aviones dentro del plazo y que Brasil puede sacar partido del traspaso de tecnología. Dijo todavía estar entusiasmado con el encuentro que el presidente Lula tendrá con el presidente Obama, en la segunda quincena de marzo. Albaugh, sin embargo, no da garantías de que las armas serán suministradas – el gobierno americano acostumbra vetar la venta de algunos equipamientos – ni que el software gestor de la aeronave será abierto a Brasil. Abajo los principales trechos de la entrevista:
ÉPOCA – Cuál el objetivo de su visita a Brasilia?
Jim Albaugh – La razón de yo tener viniendo a Brasil es acompañar más de cerca la competencia, ayudar las personas a entender la importancia de nuestra participación y, obvio, conversar con nuestro cliente potencial [el gobierno brasileño]. La gente aprovecha para hablar con autoridades y también con posibles compañeros de nuestra empresa.
ÉPOCA – Entonces el señor vino conversar con el ministro de la Defensa Nelson Jobim y con el comandante de la Aeronáutica Juniti Saito?
Albaugh – Nosotros generalmente no hablamos con quien específicamente vinimos conversar, pero es con autoridades y oficiales del gobierno que trabajan en la competencia [ÉPOCA confirmó que había en la agenda del ministro Nelson Jobim una audiencia con Jim Albaugh el miércoles].
ÉPOCA – EL señor cree que lo gobierno va a anunciar el vencedor hasta el final del año?
Albaugh – Por el lo que oímos hasta ahora la decisión del gobierno brasileño sobre el vencedor deberá salir allá por el mes de octubre. Creo que la competencia viene siendo conducida de forma mucho profesional y transparente. Imagino que no hay razones para creer que lo gobierno brasileño no cumplirá el cronograma. Pero eso está completamente fuera de nuestro control. Todo lo que podemos hacer es dejar claro nuestros objetivos e intentar planear una sociedad con las industrias locales.
ÉPOCA – En la última vez que lo gobierno brasileño lanzó un programa para renovar la flota (final del gobierno Fernando Henrique Cardoso) él no fue adelante.
Albaugh – Uno de las cosas que aprendí en ese negocio es ser extremadamente paciente. Esa es una decisión muy importante para Brasil. En Estados Unidos también ya tuvimos muchos programas que habían sido cancelados y otros que fueron ampliamente reestructurados. Esas compras necesitan ser conducidas con planificación y, claro, necesitan de financimientos. La crisis económica global es uno complicador en esa coyuntura.
ÉPOCA – En su evaluación, cuál es la importancia del programa F-X2 para Brasil?
Albaugh – Los aviones actualmente en uso tienen muchas horas de vuelo. Son antiguos. Las exigencias previstas en la competencia dejan claro que lo gobierno quiere revitalice su sistema de defensa. Y estoy cierto de que nosotros [Boeing] tenemos capacidad de atender los deseos del gobierno brasileño. Nuestro avión es mucho eficiente en ataques, apoyo aéreo y reconocimiento. Una prueba de su capacidad es que la marina americana está substituyendo aviones más antiguos por ese modelo. Además de eso podemos garantizar la entrega de esos aviones en el plazo estipulado. Nuestra línea de producción está a todo vapor. Estamos entregando entre cuatro y cinco aviones de ese modelo al mes. Hasta hoy nunca entregamos un avión fuera del plazo combinado. Además, es un avión de bajo coste, bien como su operación y manutención.
ÉPOCA – Hay espacio para empresas brasileñas en el proyecto de la Boeing para Brasil? Albaugh – Seguro. Podemos también ofrecer tecnología. Podemos crear empleos. Podemos reforzar los lazos con la industria brasileña y ayudar para que ella haga, todavía más, parte de la industria global de la aviación.
ÉPOCA – Cuántos F-18 vuelan alrededor del mundo actualmente?
Albaugh – Existen más de 300 entre los modelos existentes suministrados a marina americana. Pronto entregaremos el primero para Australia que cerró un contrato con la gente de 24 aeronaves. Estamos participando de competencias en varios países.
ÉPOCA – En Brasil existe la desconfianza de que se a Boeing vencer ella no podrá suministrar armas para los aviones en función de vetos del gobierno americano.
Albaugh – Nosotros suministramos los aviones y conversamos mucho con los organismos de gobierno americano – como Marina, el Pentágono y lo Departamento de Estado – para satisfacer las ganas de nuestros clientes. Creo que estamos teniendo éxito hasta ahora.
ÉPOCA – A Boeing va a abrir el código-fuente (programa utilizado para administrar la aeronave y sus funciones) para Brasil vencerse la disputa?
Albaugh – Ese es realmente un asunto de la responsabilidad del gobierno americano porque envuelve tecnología americana de más de 35 años. Estamos conversando en Washington y hablando sobre las necesidades de nuestros clientes. Creo que estamos avanzando.
ÉPOCA – A Boeing va a apoyar la Embraer en la producción de unidades de la F-18 en Brasil?
Albaugh – Bueno, todavía no decidimos exactamente como va a darse la participación de la industria brasileña. Y se hubiésemos decidido producir el avión en Brasil, no diría a usted porque esa es una industria mucho competitiva, obviamente. Es una información estratégica. Lo que puedo garantizar es que cumpliremos en 100% nuestras obligaciones de participación industrial, así como ya hicimos varias veces en otros países. Ya gastamos más de US$ 29 mil millones en la última década en 38 países en participación industrial. Empresas compañeras de la Boeing están hablando con 60 compañías brasileñas.
ÉPOCA – Además de Embraer, cuáles son las empresas que ustedes están buscando?
Albaugh – Desgraciadamente no puedo darle la respuesta, pues es estratégica en ese momento. Pero somos una industria aeroespecial. Necesitamos de softwares, hardwares, equipamientos de radio-comunicación, fuentes alternativas de energía entre otras necesidades. En Brasil, hay algunas empresas que pueden ayudarnos en esa tarea por tengan capacidad. Estamos hablando con ellas hace cerca de un año. Creemos que algunas ya están preparadas. Otras tendrían que trabajar con nosotros por más tiempo para estén aptas.
ÉPOCA – Podría dar un ejemplo de país que se favoreció por tener adquirido aeronaves de la Boeing?
Albaugh – Un ejemplo es arabia Saudita. Como compensación por la compra de aeronaves F-15, una empresa fue creada hace 20 años para hacer manutención y reparos en los aviones. Hoy factura cerca de US$ 300 millones y mantiene tres mil empleados. Y ellos no trabajan sólo para arabia Saudita. Pero también para países vecinos de Oriente Medio. Es eso lo que dejamos en otros paises; una empresa capacitada proveedora de servicios en el mundo. Es eso lo que me gustaría obtener en un programa de compensación comercial si yo fuese el gobierno brasileño.
ÉPOCA – EL presidente Lula conversación hace tiempos como el presidente francés Nicolas Sarkozy sobre la F-X2. Pero el presidente Barack Obama sólo llegó ahora. Francia, con el Rafale, está en el frente?
Albaugh – Ahahaha. Bien. Obviamente cuando usted tiene líderes de los países conversando sobre el asunto y poniendo los detalles arriba de la mesa es una situación interesante para los países. Los contactos que usted tienen son realmente importantes. Estoy mucho entusiasta con la noticia de que el presidente Barack Obama y el presidente Lula se encontrarán pronto (el encuentro se prevé para lo el día 14 de marzo). Si la renovación de la flota brasileña va a ser objeto de la conversación de ellos yo no tengo idea.
ÉPOCA – Como describiría el momento de la aviación militar?
Albaugh – Atravesamos un periodo de incertidumbres. No sabemos por ejemplo los rumbos del presupuesto del departamento de defensa de Estados Unidos. Tiene mucha gente esperando los detalles del presupuesto para poder programarse. Hay que saber que programas serán apoyados y cuáles no serán.
ÉPOCA – Pero la expectativa es que lo gobierno Obama reduzca los gastos militares.
Albaugh – Entendemos que la percepción de las amenazas globales no cambió entre lo el día 19 (último día de George W. Bush en la Casa Blanca) y 20 de enero (primer día de Barack Obama). Además, el presidente Obama ya dejó claro que las cuestiones de la seguridad y de la defensa nacional son prioridades de su gobierno.
FUENTE: Época
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