Datos de la economía argentina
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Dólar ahorro: desde Economía aseguran que no hay ninguna medida "en estudio” para restringir su compra
Desde la cartera que encabeza Martín Guzmán aclararon que la operatoria continúa vigente, tras las declaraciones del Presidente sobre
posibles restricciones a la adquisición de la moneda estadounidense para atesoramiento.PERO:
Alberto Fernández conrmó que analiza "limitar la compra" de u$s 200 para ahorro
El Presidente reconoció que están estudiando la medida de compra de dólar ahorro, limitado a u$s 200 mensuales por persona. Quieren "cerrar la canilla" de pérdida de divisas del BCRA.
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Argentina recupera mercado de Brasil para exportación de trigo
El Gobierno de Jair Bolsonaro le anticipó al embajador Daniel Scioli que no renovará la cuota de cereal extra-Mercosur. El país limítrofe abre la puerta para importar 450.000 toneladas
El gobierno de Brasil dio este lunes una nueva señal hacia las relaciones con la Argentina y anunció que este año no renovará la cuota extra Mercosur adicional de 450.000 toneladas de trigo, siempre y cuanto tenga garantizada la provisión por parte de los productores argentinos.
La ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimineto, Tereza Cristina Dias, hizo el anuncio durante una reunión que mantuvo con el embajador argentino en Brasilia, el ex vicepresidente y ex gobernador bonaerense Daniel Scioli. Fuentes de la Embajada señalaron a BAE Negocios que la recuperación del cupo representa alrededor de 100 millones de dólares.
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La megarecesión volvió a dejar en Julio un superávit de USD1.476 millones
El superávit llega a 9.573 millones en los primeros 7 meses.
El Indec publicó el informe de la balanza de bienes de julio, que mostró un brutal desplome de las importaciones de 30,1%. La baja en la actividad económica es la principal explicación. Además registró una fuerte de caída de las exportaciones, de 16,3%. El viernes el BCRA completará la información con el dato del ingreso de dólares en el MULC.
Los números fueron publicados por el Indec a través del informe del Intercambio Comercial Argentino (ICA), que en los primeros 7 meses del año ya arrojó un superávit de USD 9.573 millones y se espera que alcance los USD18.000 millones en el total del 2020. Las exportaciones hasta acá fueron por un valor de USD32.291 millones y las importaciones por USD22.718 millones.
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Un millón de toneladas. Prevén que 2020 cierre con un récord en la exportación de carne
Totalizarían exportaciones por U$S 3.000 millones
Las exportaciones de carne vacuna podrían cerrar 2020 con un récord histórico cercano a un millón de toneladas. El año pasado se vendió por 844.900 toneladas res con hueso, lo que fue un récord luego de 50 años.
Así lo estimó el consultor ganadero Víctor Tonelli tras analizar la performance de exportaciones en los primeros siete meses del año y proyectar el cierre de 2020.
La Argentina es el quinto exportador del mundo luego de Brasil, Estados Unidos, India y Australia. Con un millón de toneladas mantendría el mismo lugar en el top five exportador.
Las exportaciones de los primeros siete meses de este año se ubicaron en 327.800 toneladas peso producto. En toneladas res con hueso se trata, en tanto, de más de 485.000 toneladas. De acuerdo a Tonelli, lo ya comercializado aportó US$1509, 2 millones con un promedio de 4604 dólares por tonelada.
"Estos valores muestran un incremento en volumen del 20,1% respecto del mismo período del año pasado y apenas del 4,6% sobre el valor total exportado, resaltando la caída de valor por tonelada mostrando los efectos generados por el COVID 19", dijo.
Para el consultor, con estos antecedentes "es posible proyectar un nivel de exportaciones récord histórico para este año que podrían ubicarse cercano a un millón de toneladas equivalente res con hueso". Tonelli prevé un ingreso de divisas de más US$3000 millones.
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Acuerdo con China por carne de cerdos se firmará en noviembre
La Cancillería informó que se tomará dos meses más para sumar artículos de protección ambiental al memorándum de Entendimiento. En el Gobierno se da al acuerdo como un hecho consumado
El desarrollo generará el siguiente impacto económico y social:
Inversión Total: U$S 3.796.423.000 (U$S 151 millones por unidad integrada).
Producción esperada: 882.000 toneladas de carne porcina.
Exportaciones anuales: U$S 2.500 millones
Empleo directo: 9.500 puestos de trabajo
Procesamiento de Granos: 3,6 millones de toneladas de Maíz (3,11 conversión global).Mientras el Gobierno avanza en el megaproyecto para exportar carne porcina a China, el Memorándum de Entendimiento que debía firmarse mañana, se demorará hasta noviembre aunque no corre peligro.
Desde su cuenta de Twitter, la Cancillería informó que la firma del acuerdo será postergada. “Hemos incorporado especialmente al Memorándum de Entendimiento con China un artículo donde se asegura el respeto de las leyes de protección ambiental, los recursos naturales y la bioseguridad. Por eso, su firma se atrasará hasta noviembre”, se informó desde las redes sociales de la Cancillería.
Las fuentes indican que el formato del memorándum, que tiene una gran oposición de ambientalistas que reclaman "no al acuerdo con China", aún no está definido pero que "ya está cerrado el tema y se está avanzando".
El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Ministerio de Desarrollo Productivo, constituyeron un equipo técnico para establecer a partir del dialogo con empresas y cámaras del sector, el esquema de progreso de la producción, su impacto económico y social.
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El canje tuvo una adhesión del 93,5%, lo que activa la cláusula colectiva y reestructura el 99% de la deuda
El presidente Alberto Fernández confirmó que culminó el proceso de canje de duda. El ministro de Economía, Martín Guzmán, informó que el canje tuvo una adhesión del 93,5%, lo cual activa la cláusula colectiva y reestructura el 99% de la deuda.
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¿ Comenzamos en Argentina el mismo proceso generado entre los años 1880 y 1930, donde nos transformamos supuestamente en el "granero del mundo", política en aquella época desarrollada a partir de la necesidad de alimentos de Inglaterra, industrializadora de nuestros productos agropecuarios que a su vez vendía en la hambrienta Europa, quedándole solo a nuestro país la producción primaria, con grandes concentraciones ganaderas en pocas manos, sin ningún tipo de valor agregado ? Y agravado con un único comprador, que además nos fijaba los precios ? Con el agravante hoy, que explotaciones ganaderas de alta concentración pueden generar daños en el medio ambiente y como resultado, de nuestra calidad de vida ?
Con Inglaterra se generaron los grandes latifundios ganaderos y solo se enriquecieron unos pocos. Por ello, cuando se habla de que el PBI Per Cápita argentino de aquella época era uno de los mejores del planeta (la famosa generación de los ochenta) ello era una gran ficción dado que estaba concentrado en pocas personas, tomando en cuenta que el interior profundo de nuestro país era realmente muy pobre y hoy apenas ha mejorado.
Con China, volveremos a cometer el mismo error ?
Les invito leer el siguiente artículo publicado en la página Agencia TSS. :
Cerdos sobre la mesa
Referentes del sector productivo y de organizaciones sociales se reunieron en un conversatorio organizado por el Foro Agrario para debatir sobre las negociaciones con China para construir factorías de cerdos en la Argentina. Frente a los riesgos de la producción a gran escala proponen la diversificación, las granjas mixtas, mayor participación del Estado y la vinculación con el sistema de ciencia y tecnología para responder a los problemas de desarrollo territoriales.Por Vanina Lombardi
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Agencia TSS – Antes de la última dictadura militar, trabajadores del INTA y de las universidades, junto con productores de comunidades campesino-indígenas de Chaco, lograron mejorar gallinas ponedoras adaptadas al alimento disponible, principalmente el sorgo “antipájaros”, pero intereses comerciales y políticos más fuertes, de la mano de las compañías farmacéuticas, interrumpieron ese avance. El relato, según las memorias de Sigfrido Krakt, lo rescata el ingeniero agrónomo Fernando Frank, que en diálogo con TSS destacó que, pese a los vaivenes del sector y más allá del avance de la revolución verde que transformó al campo argentino, el sistema de ciencia y tecnología en agricultura “es fuerte y hay mucha experiencia en cada una de las cadenas de valor, de carne o cualquier cuestión alimentaria”.El ingreso de la soja transgénica y del paquete tecnológico asociado, que utiliza químicos y agrotóxicos, se habilitó a mediados de los noventa a puertas cerradas, sin debate ni participación de los distintos sectores involucrados ni de la sociedad. Por entonces, el actual ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Felipe Solá, ocupaba el cargo de Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca. El cambio de modelo se celebró bajo la promesa de más desarrollo e ingreso de divisas, pero hoy, casi 25 años después, los resultados demuestran lo contrario: esa soja ocupa el 60% de la tierra cultivada del país, concentrada en grandes empresas (según el último Censo Nacional Agropecuario hubo un retroceso de 100.000 unidades productivas familiares en todo el territorio). Las consecuencias: el aumento en el uso de agrotóxicos, el desplazamiento territorial y expulsión de campesinos a las ciudades, y el desmonte en las provincias del norte, que hoy ubica a la Argentina entre los 10 países con más deforestación del mundo.
Por eso, cuando el 6 de julio se conoció el comunicado de Cancillería sobre un posible acuerdo con China para la construcción de megafactorias de cerdos en la Argentina, para exportarlos a ese país asiático, las voces de alerta no tardaron en multiplicarse, generando controversias en distintos sectores y un rechazo no solo desde las organizaciones sociales, civiles y ambientalistas, sino también de ciudadanos de manera individual, que al 20 de agosto suman más de 123.300 firmas.
“No sé si hay muchos antecedentes de un tema agroalimentario que haya tenido este nivel de rechazo”, destacó Frank, que participó en la elaboración del Atlas del agronegocio transgénico en el Cono Sur, y cuestionó: “Hay expertos en todas las provincias, de las facultades de Agronomía y Veterinaria y del INTA, por ejemplo, algunos con más de 30 años trabajando en producciones animal. Que ninguno haya sido consultado quiere decir que hay unos pocos funcionarios que están comprando a carpeta cerrada una propuesta que no tiene en cuenta la situación argentina, la experiencia y capacidad de discutir”.
Más de un mes después de que Cancillería difundiera la comunicación, Solá y el ministro de Comercio de la República Popular China, Zhong Shan, anunciaban una “asociación estratégica” entre ambos países, referida a la producción de carne porcina, y una “inversión mixta entre las empresas chinas y las argentinas”. Todavía no se conocen los detalles del acuerdo, quiénes participarán de estos emprendimientos, ni cómo se desarrollarán. Por eso, ante el hermetismo de las negociaciones y los riesgos sociales, ambientales y productivos que podría generar este acuerdo, desde diversos sectores reclaman mayor transparencia y que se abra a un debate en el que los distintos actores involucrados puedan participar.
Cuando se hizo público el posible acuerdo con China para la construcción de megafactorias de cerdos en la Argentina, para exportarlos a ese país asiático, las voces de alerta no tardaron en multiplicarse.
“No hay ningún motivo por el cual hacer cerdo a lo loco, porque está demostrado que si se hace mal, se generan un montón de problemas. La producción de cerdos, en un esquema de diversificación de producciones, puede funcionar perfectamente. Hay que pensar esa producción integrada con las necesidades de los territorios y con las necesidades alimentarias, hay muchas experiencias y conocimientos para hacerla así”, sostuvo Frank, que trabaja en la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (SAFCI) desde hace más de 10 años.“La Argentina tiene espacios institucionales y gubernamentales muy importantes, como el Ministerio de ciencia y tecnología, el INTA, el CONICET, el INTI y las universidades, que generan un sistema de innovación y desarrollo tecnológico que deben, y en muchos casos lo hacen, abordar soluciones tecnológicas para los problemas de desarrollo productivo”, coincidió el médico veterinario y trabajador social Sergio Dunrauf, de la Corriente Agraria Nacional y Popular, durante un conversatorio organizado por el Foro por un Programa Agrario Nacional.
“Estamos de acuerdo con la necesidad de generar divisas y valor agregado a partir de las exportaciones, y también que es importante la relación geopolítica con China, pero nos parece que un proyecto llave en mano, como el que se ha planteando, con 25 granjas de 12.500 hembras cada una, no está pensado en este sentido, ya que viene con toda la tecnología, una genética, instalaciones y formas de producción que no sabemos cómo serán y que nos generan grandes dudas en cuanto al desarrollo nacional y a cuánto soluciona de los problemas que tiene nuestro país”, agregó Dunrauf, que además fue investigador en el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar Región Pampeana (IPAF) del INTA.
“Nos ven como un actor marginal dentro de la estructura agraria pero nosotros podemos demostrarles que no lo somos, que nuestro sector da de comer a nuestro país, que garantizamos la salud y el alimento, porque el modelo de la revolución verde no dio de comer ni garantizó el trabajo”, sostuvo durante le conversatorio Paola Escobar, de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) de Santiago del Estero.
“Debatamos, pongamos sobre la mesa la cuestión del cerdo, con quiénes y de qué modo producirlo”, agregó el productor de cerdos José Luis Ivolti, del Movimiento Campesino Liberación, y propuso la creación de una mesa nacional porcina, “similar a lo que fue el plan ovino nacional y otros planes de desarrollo, en la que todas las organizaciones de la agricultura familiar, campesina e indígena, los pequeños y medianos productores, tengamos la posibilidad de debatir e intercambiar opiniones sobre cómo no perder esta oportunidad de producir alimentos sanos, seguros y soberanos, con una gran participación del Estado, para garantizar la producción de cerdos para el mercado interno, y que los pequeños productores también puedan participar en las exportaciones de esa carne, a China u otros países”.
Por su parte, la socióloga especialista en economía social y agricultura familiar Mercedes Caracciolo, de la Cooperativa La Yumba, apeló a los consumidores y propuso abrir un debate “amplio y profundo” sobre los modelos de producción, comercialización y consumo de alimentos. “Las y los consumidores, organizados en cooperativas y de otras formas, podríamos traccionar a los productores y al Estado para que los proyectos que surjan para el campo se diseñen priorizando las necesidades de los seres humanos por alimentos sanos, seguros y elaborados en forma sustentable”, subrayó.
Durante el conversatorio, referentes de distintas organizaciones de productores expusieron sus preocupaciones y compartieron propuestas alternativas para esquemas de producción de cerdos, que generen trabajo y minimicen los impactos ambientales.
Debatir la producción
“¿Estamos en condiciones de producir cerdos en esa cantidad en Argentina? Sí. ¿Tenemos producción de granos suficiente para alimentarlos? Sí. ¿Frigoríficos? Sí. ¿Puertos y lugares para facilitar exportación? También. Todo eso existe, el tema es con quién y cómo lo hacemos, si es que lo hacemos”, planteó Ivolti, y dijo que en la producción porcina actual en la Argentina más del 95% de los productores tienen menos de 200 madres, son productores de la agricultura familiar y pymes, que tienen más de la mitad de la producción y son el número más importante de productores, mientras que solo 100 productores representan el 30% de la producción.
“Si se piensa en el ingreso de divisas según lo planteado, a corto plazo puede haber una inversión de 2.200 millones de dólares, pero a mediano plazo habrá que “comprar genética, químicos, sanidad e instalaciones que, si está dado por esta tecnología llave en mano, difícilmente se generen en nuestro país, sino que haya que comprarlas en el exterior. Es lo que pasa hoy con maquinaria agrícola, con semillas importadas, agrotóxicos e insumos químicos”, dijo Ivolti.
De manera similar, Frank advirtió que no es lo mismo la cantidad de puestos de trabajo que se van a crear para la instalación de estas granjas que los que luego se sostengan a largo plazo, que serán menos. Además, afirmó que “si se generaran 15.000 puestos de trabajo, que es lo que se escuchó, no es un número significativo para un país grande, en comparación con otros sectores como la construcción, el empleo público o la educación”.
Frente al riesgo de mayor concentración, durante el conversatorio se expusieron distintas alternativas. A la creación de 25 granjas de 12.500 madres, por ejemplo, Ivolti contrapuso una idea compartida por varios durante el conversatorio, así como por otras organizaciones como la UTEP Agraria y el Consejo Asesor de Agricultura Familiar, que propone la creación de 5.000 granjas con 50 madres cada una. “Hay infinidad de productores que desaparecieron, que si tuvieran subsidios o créditos blandos podrían reincorporarse a la producción nuevamente en granjas, de acuerdo con la extensión de tierra que tienen, de 50, 100 y hasta 200 madres”, destacó.
Carlos Ramos, del Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra (MNCI-ST), advirtió que el acuerdo que se está negociando “no es sustentable ni sostenible desde lo sanitario, y tampoco desde lo socioeconómico y ambiental. Estamos convencidos de que otro modelo agroecológico, con más cantidad de gente, es posible. El 70% de los productores solo tiene acceso al 3% de la venta o producción. Queremos que sean muchos pequeños campesinos distribuidos en el territorio, con proyectos más chicos y diversificados, no dependiendo de una sola producción, y que sean seguros, teniendo en cuenta el impacto ambiental”, sostuvo.
Dunrauf, que también es Coordinador del programa de Promoción y Fortalecimiento de la Agricultura Familiar Consejo Social en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), recordó que en la Argentina han funcionado, con diversos éxitos y fracasos, las SAPEM (sociedades anónimas de participación estatal mayoritaria o de otro tipo) en las que se puede articular la participación del Estado junto con cooperativas y otras organizaciones. “Tal vez haya que pensar modelos organizacionales diferentes, así como repensar la exportación desde el modelo de la producción agroecológica, posiblemente reorganizando la cuestión de escala, 4pero involucrando a las pymes y pequeños productores campesinos, indígenas y de la agricultura familiar”, sostuvo.
“El Estado debe ser el que articule y garantice la sanidad, que no deje de invertir recursos en SENASA ni en investigación del INTA y las universidades, donde discutamos modelos productivos y el desarrollo nacional”, coincidió Isaías Ghio, Vicepresidente de la Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE), y destacó que la chacra mixta es un deseo de los pequeños productores. “El desafío es debatir la producción. Compartimos las preocupaciones sanitarias, pero las grandes granjas que quedaron en la Argentina hoy funcionan como las chinas”, advirtió Ghio, que además es administrador de la Cooperativa Camilo Aldao, al sudeste de la provincia de Córdoba, y lamentó que, de los 360 productores que había en los años 70 en esa cooperativa, “hoy están trabajando alrededor de 80. En 2011, 40 eran productores porcinos, mientras que hoy solo existen tres. El desafío es recuperar a esos productores que se tuvieron que ir porque se fundían, donde el Estado no estuvo presente y el proyecto siempre fue la revolución verde y la soja”.
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Las granjas industriales de cerdos ya se sabe como son (tal vez algunos no quieren mostrarlo). Solo basta ver a lugares donde ya están instaladas como en el mismo EEUU, que también abastecen al mercado chino
Les paso un video muy ejemplificador (pueden buscar muchos otros por internet)
https://www.youtube.com/watch?v=3GRlo8za0bE
La realidad marca que los pequeños productores son borrados, ya que necesitan una producción a gran escala y tecnificada, lo que significa grandes inversiones de dinero, ademas de parcelas de tierra suficientemente grandes, no solo para los cerdos, si no para las lagunas de desecho que se generan. Lo que queda por discutir es cuanto va a aportar al desarrollo productivo del pais y si vamos a poder lidiar con las consecuencias ambientales que generan.
Saludos
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Si se intentan hacer negocios con China o Rusia:
Si el negocio es con USA/Israel/UK (Europa):
Siempre la misma historia.....
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Un efecto importante que puede llegar a tener el tema de las granjas porcinas es que la soja que se vende al exterior, que se usa para alimentar a los chanchos chinos, va a dejar de comprarse, o en menor medida, el impacto nos afecta nuestra mayor fuente de dolares que es la soja, no se tiene que invertir nada, esta presente los campos llenos de soja, las factorial porcinas no están.
saludos