Hacia donde va Turquía - pasado, presente y futuro
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Todo tiene un origen...Y es el frustrado golpe de estado del 2016, armado por EE.UU. contra Erdogan...parece mentira que Obama y los demócratas, hayan estado metidos en ese novela de ciencia ficción...( 194 personas muertas y 1.154 heridas, mas de 5.000 encarcelados o arrestados) mas de 7.000 militares dados de baja por traición )...
Eso fue el inicio de un desaguisado, un "divorcio" que ya nunca tuvo mas arreglo... -
Turquía: Megaobra para crear otro Canal navegable paralelo al estrecho del Bósforo
El gran cliché sobre Turquía pronunciado a menudo por comentaristas externos tiende a centrarse en su geografía estratégica: división este-oeste, ídem norte-sur, Europa se encuentra con Asia, encrucijadas culturales y cosas por el estilo. La arteria central de esa idea atraviesa Estambul en forma de vía fluvial, el Bósforo. Históricamente, y de hecho en el presente, no se podría inventar una zona más geoestratégicamente tensa.
Por eso, para estabilizar el problema, se concibió la Convención de Montreux de 1937. Y por qué ninguna potencia se ha atrevido a meterse con el tratado internacional todo este tiempo: es una pila temblorosa de dinamita, una que podría desencadenar niveles sísmicos de confrontación si se burla. Y, sin embargo, el líder cuasi-hombre fuerte de Turquía, el presidente Erdogan, se atreve a hacer precisamente eso con el proyecto Kanal Estambul.
¿Qué entendemos por conflicto potencial? El acuerdo de Montreux permite que solo una cantidad muy limitada de material militar pase a través del Bósforo en un momento dado. A Moscú no le gusta demasiado porque limita la capacidad de Rusia para enviar buques de guerra o material desde el Mar Negro al Mediterráneo. De la misma manera, sin embargo, evita que una armada de buques de guerra de la OTAN ingrese repentinamente al Mar Negro y amenace el poder estratégico de Rusia allí. Al mismo tiempo, Turquía no puede imponer por capricho su propio embargo unilateral a los barcos o suministros marítimos de cualquier otra nación, militares o de otro tipo. Es territorio turco, pero Ankara está sujeta a las reglas internacionales. Esa es una breve instantánea de las complejidades de múltiples capas del tratado, pero suficiente para dar una idea de lo que está en juego.
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Las políticas expansionistas del presidente de Turquía y su industria militar amenazan la estabilidad regional
Recep Tayyip Erdogan ofreció esta semana una muestra más de los planes neo-imperialistas del gobierno que conduce
En un discurso político colmado de expresiones extremadamente duras y muy propias de su estilo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan ofreció esta semana una muestra más de los planes neo-imperialistas del gobierno que conduce. El presidente explicó -ante un multitudinario auditorio juvenil de su partido- cuál es la dirección que pretende para Turquía en el escenario político-militar durante los próximos cinco años en la zona del Mediterráneo Oriental, incluyendo a Chipre y Grecia, pero también para la región del Oriente Medio y el Norte de África.
Erdogan, justificó y brindó detalles de las intervenciones militares turcas en el Mar Mediterráneo, Chipre, Siria e Irak, así como su apoyo abierto al grupo palestino Hamas y a sectores que combaten en la “inacabable” guerra tribal de Libia.
En una muestra de sus planes expansionistas, el líder turco declaró que no es cierto lo que indican los libros de geografía sobre su país cuando se indica que cuenta con 780.000 km2; contrario a ello, Erdogan ratificó la idea de que Turquía está en todas partes y explicó que esa es la visión estratégica de su gobierno. En esa idea, fue claro al explicar que no tiene importancia para Turquía lo que piense Bruselas, Washington o los países árabes musulmanes del Golfo.
Sin embargo, los pasajes más duros de su discurso se produjeron cuando volvió a hablar de la falacia que la dirigencia occidental utiliza al calificar a los movimientos de resistencia como Hamas o Yihad Islamica palestina (YIP) como grupos terroristas islamistas. El presidente se encargó de ratificar una de sus frases -tal vez la más peligrosa de las muchas expresadas por Erdogan- expuesta en 2011 cuando aseveró que “no existe nada a lo que llamar islamistas”. “No hay islamismo radical, lo que hay es Islam y nada más que Islam”, enfatizó el líder turco.
En el transcurso de su exposición, Erdogan informó a sus seguidores que en la segunda quincena del mes de julio efectuará una visita breve al norte de Chipre, donde dará a conocer un mensaje de interés para los turcos que todo el mundo debería escuchar, especialmente los gobiernos europeos que actúan de forma hostil con Turquía.
Aunque varios analistas turcos y centenares de militantes favorables a la presencia militar y administrativa de Turquía en Chipre intentan justificarla dentro de un marco de legalidad como una fuerza de protección humanitaria en defensa de los chipriotas de una supuesta limpieza étnica griega. Para la UE, tales posiciones configuran una falacia que ignora el hecho central de que el régimen griego renunció hace 50 años a su intención de anexar Chipre. En consecuencia, no hay una razón válida para que tropas turcas permanezcan en Chipre más allá de la política anexionista del presidente Erdogan; más aún cuando toda la comunidad internacional reconoce que la totalidad de las aguas de Chipre pertenecen al gobierno greco-chipriota. Por tanto, cualquier anuncio que efectúe Erdogan sobre yacimientos gasíferos en esas aguas durante su viaje de julio a Chipre, va a generar una crísis internacional de envergadura para su gobierno, así lo han expresado varios dirigentes de la UE en su reunión del pasado miércoles en Bruselas cuando se trató el tema Chipre.
En dirección a esta nueva estrategia militar turca en la región, se puede decir que en principio, Turquía utilizó su base de drones en el norte de Chipre para actividades de control y vigilancia al mismo tiempo que usaba naves de su marina de guerra cumpliendo tareas de apoyo a buques científicos que exploran yacimientos de gas y petróleo en aguas jurisdiccionales chipriotas; pero ahora decidió instalar abiertamente una potente base aérea militar a la que ha trasladado 32 drones de ataque modelo Bayraktar-TB2. Esos modelos de drones ya han sido utilizados en el pasado contra objetivos kurdos en el norte de Siria, pero también en Irak y actualmente son utilizados contra las fuerzas leales a Khalifa Haftar, el líder y comandante de las fuerzas libias que combaten a la Hermandad musulmana en el norte de África.
Con el nuevo sistema de armas, la industria aeronáutica turca cambió la ecuación militar regional, lo cual genera profunda preocupación en los países de Europa Occidental, pero también en Washington. No obstante, no parece que los planes de Erdogan puedan ser detenidos fácilmente. Por el contrario, los avances en la nueva versión del modelo de drones son una política de estado para Turquía. La versión del modelo anterior del dron turco sólo disponía de una autonomía operacional de hasta 600 kilómetros, en tanto que la actualización del sistema operativo del nuevo modelo permite un rango de alcance altamente superior que según expertos militares europeos puede alcanzar muchas más horas de vuelo y hasta 2300 kilómetros de autonomía, lo que coloca a Erdogan como una potencial amenaza no solo en la zona económica exclusiva de Chipre sino también para el Estado de Israel.
Ante la complejidad de la situación, la Subsecretaria de Estado Wendy Sherman, una diplomática experta en asuntos turcos que se desempeñó en la administración del ex presidente Bill Clinton y hoy lo hace para la gestión de Joe Biden visitó Turquía entre el 27 y 28 de mayo pasado. En su estancia en Ankara, Sherman brindó entrevistas a medios locales donde la funcionaria estadounidense expresó que: La relación con Turquía es muy crítica para Estados Unidos a partir del desarrollo de su nuevo modelo de Dron. A pesar de ello, Sherman dijo que Turquía es un socio de la OTAN, un aliado estratégico de Washington y una fuerza regional importante. Esas declaraciones expresan que la administración del presidente Biden piensa que el apaciguamiento puede funcionar con Erdogan, pero para el líder turco las palabras de Sherman configuran un elogio que lo fortalece y a la vez lo convence que EE.UU. no será agresivo contra él y que retrocederá diplomáticamente ante la capacidad de militar de Turquía en la región.
En este escenario, EEUU, la UE, Israel y el los países árabes moderados que combaten el yihadismo deberían esperar que las políticas expansionistas turcas y su apoyo a grupos radicales se profundicen, y que el conflicto entre organizaciones como Hamas y Yihad Islámica palestina con Israel se agrave cuando se produzca la próxima ronda militar, la que indudablemente habrá de suceder en el mediano plazo. Pero lo más importante que debería evaluar Washington en su relación con el presidente Erdogan es que los discursos amables no traerán la paz al Mediterráneo Oriental ni al Oriente Medio; y que la única estrategia que funcionará en la región es demostrarle a los grupos yihadistas y a Erdogan, que Turquía tiene mucho más para perder que lo que tiene por ganar si se obstina en continuar con sus políticas expansionistas.
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Tras reunirse con Biden, Erdogan dijo que su posición con respecto a los S-400 no ha cambiado
El mandatario turco considera, sin embargo, que "no hay ningún problema que no se pueda resolver en las relaciones" entre Ankara y Washington.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó este lunes que la posición de Ankara con respecto a los sistemas de defensa aérea rusos S-400 no ha cambiado. Lo declaró así el mandatario en una rueda de prensa que siguió a su primera reunión con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en el marco de la cumbre de la OTAN en Bruselas (Bélgica).
"Le manifestamos al presidente [Biden] los mismos pensamientos sobre los S-400 que teníamos antes, como también sobre los F-35", declaró Erdogan, recoge Anadolu.
RT
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Ejerce decisiones soberanas y lo mejor para la defensa de su país .. Con un 10% de esa determinación en políticos y cúpulas militares argentinas me conformo....
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La reunión entre Biden y Erdogan falla en resolver el tema del S-400 y el F-35 en punto muerto
Tras su reciente reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el líder de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que Ankara no cambiará su postura con respecto al uso de los sistemas de misiles rusos S-400.
"Le dije (a Biden) que no deberían esperar que Turquía diera un paso diferente en los problemas del F-35 y S-400 porque hicimos lo que teníamos que hacer por los F-35 y dimos el dinero necesario", dijo Erdogan a los periodistas en Azerbaiyán. capital Bakú.
Los dos líderes se reunieron el lunes en la cumbre de la OTAN en Bruselas.
Estados Unidos expulsó a Ankara del proyecto F-35 de $ 399 mil millones después de que este último comprara sistemas de misiles S-400 de Rusia por $ 2.5 mil millones. Las sanciones bajo CAATSA también se impusieron en diciembre de 2020 por firmar el contrato multimillonario. Washington argumenta que los sistemas permitirían a Rusia obtener de forma encubierta detalles clasificados sobre los aviones F-35 y es incompatible con los sistemas de la OTAN. Sin embargo, Turquía insiste en que el S-400 no se integraría los sistemas de la OTAN y no representaría una amenaza para la alianza. Otros tres miembros de la OTAN, Grecia, Eslovaquia y Bulgaria, están en posesión de sistemas de misiles S-300 de fabricación rusa.