El plan de Israel es expulsar, anexar y expandirse territorialmente sobre las ruinas de los territorios ocupados
Cómo Israel aprovecha la guerra en Gaza para expandir sus colonias ilegales en Palestina: “El Ejército es el que manda”... y el que se resiste es considerado terrorista y asesinado a tiros
alt text
La joven palestina Alice Kisiya, cuya familia ha sido expulsada de su tierra por colonos israelíes.
El Diario.es - Por Francesca Cicardi
Israel tiró la casa de la familia Kisiya en 2019 y ahora el Ejército ha declarado sus tierras 'zona militar' y les prohíbe entrar, mientras permite el acceso a los colonos
Colonos israelíes “envalentonados” por Netanyahu lanzan más de mil ataques en 11 meses contra los palestinos
El pasado 31 de julio, varios colonos israelíes, con el apoyo de militares y policías, expulsaron a la familia palestina Kisiya de su tierra en Al Mahrour, al noroeste de Belén. “No tenían ninguna orden judicial, ninguna orden de desalojo”, afirma a elDiario.es Alice Kisiya, de 30 años, que desde entonces ha encabezado la lucha por recuperar los terrenos familiares.
Son unas cuatro hectáreas en las que los Kisiya llevaban cultivando higueras, olivos, limoneros y otros árboles frutales desde antes de 1948, fecha en la que se creó el Estado de Israel. Desde el otro lado del valle, la joven señala la finca que le ha sido arrebatada a esta familia cristiana que, como los demás palestinos de la zona, dependen económicamente de la agricultura desde hace generaciones.
“Se aprovecharon de lo que está sucediendo en Gaza, de la guerra, y están usando una orden militar para prohibirnos estar en nuestra tierra”, explica Alice. Con esa orden, su propiedad ha sido declarada 'zona militar cerrada' y los civiles no pueden acceder a ella, pero sí lo hacen los colonos, con el respaldo de las autoridades civiles y militares de Israel.
No tienen ningún documento y se esconden detrás del poder de los militares porque no tienen otra forma de robarnos la tierra
“No tienen ningún documento, nunca tendrán ningún documento y se esconden detrás del poder de los militares y lo seguirán haciendo porque no tienen otra forma de robarnos la tierra”, denuncia Alice en una entrevista con elDiario.es. Habla con firmeza y valentía, mientras el viento trae el aroma característico de las higueras y agita el pelo rizado de la joven.
Según ella, la familia tiene documentos a nombre de su padre que demuestran la propiedad de las tierras y que un tribunal israelí reconoció como válidos. Pero son papel mojado desde el 7 de octubre de 2023. “Ahora mismo, no respetan la ley porque es una situación de emergencia. El Ejército es el que manda”, lamenta.
Relata que los colonos judios llegaron en julio con varios niños, a los que “utilizan”, y entre ellos había un hombre argentino. Consiguieron establecerse en la finca de los Kisiya y, si algún miembro de la familia intenta acceder a su propiedad, los colonos llaman a los militares, que actúan a favor de los ocupantes.
“Desde entonces hemos estado protestando de forma no violenta: organizamos marchas, montamos una tienda de campaña y construimos una pequeña iglesia” prefabricada de madera, en la que podían rezar cristianos, judíos y musulmanes. No duró mucho, a pesar del apoyo de religiosos y activistas pacifistas, incluso israelíes. Los soldados la desmantelaron rápidamente“, cuenta.
Vamos a seguir luchando, no les vamos a permitir que se queden con nuestra tierra. Estas tierras forman parte del patrimonio de la UNESCO y las hemos heredado de nuestros ancestros
“Vamos a seguir luchando, no les vamos a permitir que se queden con nuestra tierra. Estas tierras forman parte del patrimonio de la UNESCO y las hemos heredado de nuestros ancestros. La forma de cultivo es de la época romana y [esta zona] es muy importante por su flora y fauna, y por su localización”, dice Alice, señalando el valle y las colinas a su alrededor.
Junto a Al Mahrour se encuentra el área de Battir, considerado “paisaje cultural” de la UNESCO desde 2014. Según el organismo de la ONU, la zona “comprende una serie de valles con cultivos en terrazas escalonadas: en los bancales de secano crecen olivos y viñas, mientras que en los de regadío se cultivan frutas y hortalizas”.
Desde la ONG israelí Peace Now, Mauricio Lapchik señala que Battir y Al Mahrour son áreas destacadas por su valor cultural, pero lo que sucede en este lugar no es singular, sino que se repite en toda Cisjordania. A lo largo y ancho del territorio palestino ocupado han surgido más de 43 puestos de avanzada desde el 7 de octubre de 2023, día en el que el grupo palestino Hamás lanzó un brutal ataque contra el sur de Israel –matando a más de 1.200 personas y secuestrando a otras 250–, tras el cual el Ejército israelí dio comienzo a su guerra de castigo contra Gaza, donde han muerto más de 42.400 personas en poco más de un año.
“Los puestos de avanzada también son ilegales según la ley israelí, a diferencia de los asentamientos”, explica Lapchik, director de relaciones exteriores de Peace Now. En Battir y Al Mahrour hay un puesto de avanzada y se intentó establecer otro, según Lapchik. Además, el Gobierno ultranacionalista de Benjamín Netanyahu ha legalizado el vecino asentamiento de Nahal Hertz, uno de los cinco asentamientos autorizados durante el pasado año.
“No es algo que comenzó el 7 de octubre, pero este fenómeno se ha multiplicado de manera sin precedentes”, dice el representante de Peace Now. La organización acaba de publicar un informe que documenta la anexión de tierras palestinas, que destaca que la mayoría de los 43 nuevos puestos de avanzada son agrícolas y buscan “tomar la tierra y expulsar de forma sistemática a los palestinos”. Desde finales de la década de los 90, Peace Now registró el establecimiento de unos siete puestos de avanzada de media cada año, hasta 2023.
https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/cómo-israel-aprovecha-la-guerra-en-gaza-para-expandir-sus-colonias-ilegales-en-palestina-el-ejército-es-el-que-manda/ar-AA1somuG?ocid=msedgntp&pc=U531&cvid=e0a5dd211a614f64a12782b80a1605f0&ei=37